En el mundo hay unos 800 millones de automóviles que consumen más del 50 por ciento de la energía producida en el mundo, lo que hace del automóvil individual el primer causante del efecto invernadero. A pesar de que existe un consenso de que el cambio climático es una realidad, no hay intenciones serias de cambiar el estilo de vida que lo causa. En lugar de ello se buscan soluciones tecnológicas que permitan mantener las ganancias de las empresas que se benefician de este modelo.(1)
La sociedad mundial, reconoce su dependencia por el petróleo, y las empresas transnacionales que se sustentan de esa dependencia, ya han tomado acciones para el nuevo mercado mundial que tendremos cuando el petróleo se acabe.
Desde hace muchos años atrás, se conocen los peligros ambientales que trae la industria petrolera y sus derivados, pero para la vida moderna, esto valía la pena para continuar con las comodidades que nos brindaban el petróleo y sus derivados.
Sabiendo esto se financiaron proyectos de investigación de fuentes de energía más limpias, y con el discurso de un medio ambiente más sano, vendieron la idea de los biocombustibles, y las propuestas energéticas verdes se han vuelto más populares.
Mientras el estilo de vida siga siendo el mismo, no importa que tan limpio sea el combustible que se utiliza, el desarrollo del mismo combustible es más polémico, ya que más tierras se utilizan para los monocultivos que desarrollaran las semillas, el algodón, o la caña de azúcar para la producción del combustible verde.
Actualmente, estamos pasando por una alza mundial de precios a nuestros productos alimenticios, es una señal de que los biocombustibles ya no tienen impactos futuros, sino que son nuestro presente.
Las empresas automotrices se están acoplando para la producción masiva de automóviles que sean compatibles con los combustibles verdes, pero no hay suficientes tierras en el mundo para abastecer la demanda de este nuevo mercado.
Mientras tanto el estilo de vida no habrá cambiado, pero el hambre, la pobreza, y las medidas económicas nacidas del nuevo mercado postpetrolero influenciarán en el estilo de vida de los países subdesarrollados, dejándonos a merced de las megaplantaciones de biocombustibles y de un futuro incierto ante este nuevo modelo de desarrollo "verde".
Referencias bibliográficas:
(1) http://www.gloobal.net/iepala/gloobal/hoy/index.php?id=2865&canal=Articulos&ghoy=current
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